¿Cómo se consigue ese ahumado tan especial? La clave está en el secado.
Esta semana os queremos hablar del secado puesto que es una de las etapas más importantes del proceso de elaboración de nuestro pimentón. Este procedimiento le confiere al pimentón un aroma ahumado único imposible de conseguir mediante procesos industriales.
En Candeleda, gracias a que el cultivo y la elaboración del pimentón no se ha hecho extensivo, se continúa realizado secado de los pimientos de forma artesanal con humo de leña de roble y encina en sequeros centenarios que sólo existen en esta zona geográfica, evitando el uso de estufas en naves industriales.
Una vez recolectados y seleccionados los mejores pimientos, se transportan en sacos hasta el sequero y son extendidos sobre el zarzo, donde les llega el humo de las lumbres de troncos de roble y encina, colocadas en el piso inferior.
Durante quince largos días y quince largas noches, en las que habrá que seguir atizando el fuego, se irán secando lentamente los pimientos, siendo necesario realizar el volteo y el rodeo de los mismos para así conseguir la uniformidad en el secado de los frutos. Esta operación es ardua y difícil debido a las altas temperaturas y los elevados porcentajes de humedad que existen en el interior del sequero.
Una vez secados los pimientos se retiran las lumbres del piso inferior para limpiarlo cuidadosamente para abrir posteriormente las trampillas del zarzo y dejar caer el pimiento seco sobre el suelo de losetas de barro, donde se realizará el pisado.